Si la idea de enviar a su hija a su primer día de Kindergarten lo pone un poco nervioso (o con alguna lagrima), no está solo/a. ¡Esta es una transición importante! Incluso si su hija ya asistió al programa preescolar u a otro programa de prekínder, la instrucción que está a punto de comenzar tenderá a ser un poco más formal y, a menudo, los estudiantes se quedarán en la escuela durante más horas durante el día. El Kindergarten es una especie de gran cosa para los niños, lo que puede ser difícil para su hija y para usted adaptarse.
Emocionese
Para preparar realmente a su futura estudiante de kindergarten para el éxito, tendrá que controlar su ansiedad en la puerta. Así es, dijimos su ansiedad. La cuestión es que los niños, especialmente los más pequeños, reciben señales emocionales de sus padres, y pueden leer la ansiedad facilmente más que cualquier otra cosa. Si usted es positivo/a, optimista y se emociona por todas las experiencias que su hija tendrá cuando empiece la escuela, es probable que ella se acerque a su primer día con la misma perspectiva positiva. Mientras tanto, si le dice que no se preocupe, o que no será tan aterrador antes de siquiera insinuar que siente aprensión, ella se preguntará de qué se debe preocupar o temer. Básicamente, ese tipo de declaraciones ponen ideas en la cabeza de los niños que simplemente no podrían tener de otra manera.
En su lugar, trate de decirle a su niña sobre las actividades en las que tendrá la oportunidad de participar o sobre las cosas a las que tendrá acceso en el Kindergarten que usted cree le gustarán o le interesarán. Si ama las historias, déjela saber que es probable que haya una selección de libros para que ella explore en su clase, y que muy posiblemente el maestro las puede leer en la misma. Si es muy natural haciendo amigos, hable con ella sobre todos los nuevos niños con los que se encontrará y jugará en su clase.
Compruebe la satisfacción de la estudiante
Pero también pregúntele cómo se siente acerca de comenzar el Kindergarten. Deje que dirija la conversación y realmente escuche lo que tiene que decir. Si ella expresa que está nerviosa, triste o asustada, tome en serio esas preocupaciones y explore esos sentimientos con su hija. Hágale saber que los cambios en nuestra rutina pueden hacer que cualquiera de nosotros se sienta un poco inseguro, y tranquilícela diciéndole que hará todo lo posible para prepararla para este gran paso en su vida. Considere establecer una reunión con otro niño de su vecindario para jugar, y que actualmente se encuentra en el Kindergarten o en los primeros grados de la escuela primaria para que ella pueda hacer preguntas y, con un poco de suerte, dejar sus preocupaciones atras.
Dele una hoja de ruta
Asegúrese de que ella entiende su nuevo horario unas pocas semanas antes de que comience la escuela, para que tenga una idea de quién la dejará en la mañana y quién la recogerá. Si es posible, llévela a su nueva escuela una mañana para que sepa exactamente a dónde la llevará y dónde pasará la mañana y la tarde.
Haga que la despedida sea rápida
En el gran día, llévela a la escuela para conocer a su maestra, dele un rápido adiós y luego, incluso si es difícil para usted, y puede ser así, resista el impulso de quedarse. Puede parecer útil quedarse, especialmente si su niña está llorando o parece asustada, pero en realidad puede prolongar la ansiedad de su hija y hacer que la reacción de que usted se vaya sea aún más molesta. En cambio, cuéntale lo orgulloso/a que está de ella, dele un beso y siga su camino. El maestro de su hija puede tomar la situación desde allí, ayudándola a acostumbrarse a su nuevo entorno y a encontrar alegría en sus nuevas actividades y amigos.